Escrito por Abolition Media Worldwide (AMW), traducido por Black Samurai.
Russell “Maroon” Shoatz es miembro fundador del Consejo de Unidad Negra (Black Unity Council), ex miembro del Partido de las Panteras Negras (Black Panther Party) y soldado del Ejército de Liberación Negra (Black Liberation Army).
“La brutalidad policial es la razón por la que nuestra gente está adentro”, dice Russell Shoatz III, hijo de Maroon. Maroon ha estado en prisión desde 1972 porque fue un líder en la lucha contra la policía en los años 60s y 70s. Russell un veterano del movimiento más poderoso que Estados Unidos de América haya visto jamás.
Maroon estuvo recluido confinamiento solitario durante casi 30 años, después de dos intentos de fuga que hizo hace más de 40 años en la tradición de las comunidades marrones que los esclavos africanos que escaparon crearon a lo largo del continente americano. En su libro, Maroon el implacable, hace cobrar vida a esta historia para las generaciones más jóvenes. Durante su casi medio siglo en prisión, ha sido mentor de decenas de compañeros de prisión, algunos de los cuales se han unido al movimiento tanto dentro de la cárcel como fuera de ella.
A medida que el COVID-19 recorre el estado de Pensilvania y se infiltra en sus cárceles, los seres queridos de las personas encarceladas piden la liberación inmediata de todos los ancianos y las personas médicamente vulnerables que se encuentran en prisión, y que al interior de las cárceles, el personal de trabajo simplemente use máscaras faciales y se haga la prueba de COVID-19.
El prisionero político del movimiento de liberación negra, Russell Maroon Shoatz, es uno de los mejores ejemplos de cómo el horror que es el Departamento de Correcciones de Pensilvania en este momento, se está viviendo por los presos ancianos y sus familias. Maroon tiene 77 años y ha estado luchando contra el cáncer de colon en etapa 4 durante más de un año. Después de dar positivo por COVID-19 el 11 de noviembre, Maroon fue retenido en un gimnasio junto con otros 29 hombres, en condiciones de sólo un cuarto de baño para compartir entre todos ellos. Además de que se le niega su cirugía urgente por el cáncer.
Según Theresa Shoatz, su hija, los prisioneros de Pensilvania no han podido hacer llamadas telefónicas para que la gente de afuera no sepa lo malo que es COVID adentro en este momento.
Maroon debe recibir su libertad. En un acto de solidaridad, mientras sufría de innumerables formas, el propio Maroon le dijo a su hija que defendiera a los otros 29 chicos que quedaban en el gimnasio.
Puedes donar para apoyar la Red global de Maroon aquí: https://russellmaroonshoats.wordpress.com/donate/